El hombre paralizado

{21/03/2010} Las ondas de los movimientos pacifistas recorrían el mundo como una brisa, pero la gran mayoría dormida y necesitada precisaba de pan, y no tenía oídos y tiempo para temas ecológicos o pacifistas. No fueron solamente los científicos los que llamaban la atención sobre el cambio del clima, los peligros de la devastación. Algunos pocos artistas, comprometidos, clamaban por solidaridad hacia la naturaleza y por la unión de esfuerzos.

A pesar de las inundaciones en todo el planeta, fueron batidos los records de producción. A pesar de las sequías, las regiones continuaban desarrollándose. A pesar del frio desmesurado, la fabricación de bienes no dejó de avanzar. Y todos esos acontecimientos fueron meticulosamente seleccionados y parcialmente divulgados por los medios, dando a todos la ilusión de equilibrio, escondiendo el hecho de que nunca fue necesario que el ser humano sufriera tantas catástrofes y pérdidas para avanzar.

La sociedad humana continuó subdividiéndose en grupos, identidades momentáneas, cada parte buscando sobresalir, fortalecer las diferencias y barrearas, aumentando las distancias. Las religiones apocalípticas tomaron fuerza a la luz del día y todo parecía “normal”. Nadie tenía mucho tiempo ni recursos para investigar, y quien los tenía, parecía tomado por una extraña parálisis. {Crónica 078}