domingo, 21 de octubre de 2012

Las riquezas que encantan

[23/09/2018] Y una vez más la tierra se regocijó por su liberación del antiguo juego de exploración depredadora ejercida por la inconsciencia humana. Y expuso su gratitud abriendo compuertas de maravillas para los nuevos habitantes pacificados. No solo grandes minas de esmeraldas y diamantes fueron descubiertas, sino que también la belleza de lo hallado dejó a los mineros y especialistas boquiabiertos. 

Como las riquezas minerales ahora son explotadas con fines de uso técnico y científico y de embellecimiento de las comunidades, todas las minas fueron transformadas en propiedad del Gobierno mundial y su exploración pasó a beneficiar a la humanidad entera. Cabe al Gobierno, a través de asociaciones, extraer, limpiar, seleccionar cada tipo mineral y redistribuirlo a las industrias, universidades, joyerías y toda especie de laboratorio para los cuales los minerales raros tengan utilidad como la informática, la electrónica, investigaciones de salud, óptica, química, etc. 

Las piedras preciosas son subastadas para ateliers de arte y tallado y transformadas en joyas o piezas de arte por las escuelas de joyería y aprovechadas en monumentos, esculturas y todo tipo de creación humana que las contenga. Desde un simple anillo hasta piezas conmemorativas, las nuevas copas de las Olimpíadas, símbolos de las ciudades y otros artefactos públicos que van, poco a poco, siendo dispuestos en predios, portales y otras concepciones arquitectónicas - para apreciación de todos. Algunas piedras mueven concursos mundiales para decidir la mejor manera de tallado y aplicación. Es común que salgan maravillas como el anillo “Espejos” creación vencedora de 2017 o el collar inspirado en el concepto de unidad, que abraza el cuello, fuerte competidor, en gracia y belleza, para este año. [Registro 133]

Tensiones mundiales

{30/09/2012} Gran parte de la crisis generada por la falta de cambios y decisiones político-económicos de los países más poderosos del planeta aglutinó las crisis por recursos naturales, agua y minerales – no es que el planeta no los tuviese – pero la voracidad de la exploración, y la necesidad de dominio sobre las fuentes provocó tensiones mundiales suficientes para estimular una tercera guerra mundial.

Los ánimos exacerbados hicieron más difíciles los entendimientos diplomáticos y las viejas disputas se ampliaron. Oriente Medio no se concilió, facciones islámicas comenzaron a combatir abiertamente al sionismo, y la llamada “primavera árabe”, no trajo las flores de paz y entendimiento que se esperaba entre los países ahora tomados por guerras civiles y otras confrontaciones. 

Increíblemente la falta de informaciones globales sobre la real situación de cada país mantenía alienada a una gran parte de los habitantes del planeta que continuaba viviendo la ilusión de que “nada estaba sucediendo”. Cuando alguien miraba el panorama de Brasil, de Chile, de Canadá u otro país sin mayores conflictos que los económicos, la sensación era de que estaba “todo bien”. Muchos solo se dieron cuenta cuando comenzaron a ver llegar inmigrantes y refugiados con sus relatos. {Crónica 012}

martes, 2 de octubre de 2012

Aproximación de la Realidad

[09/09/2018] El cambio de vida por el cual pasamos está influenciando fuertemente nuestro concepto de realidad y este proceso está apenas al comienzo. Esta es la conclusión de los más renombrados científicos de la Universidad Mundial de Burbrik, en el continente africano, que acaban de reformular estudios antropológicos para avalar la influencia de la emergencia del Ser sobre la especie humana evolutiva, y los caminos que se abren para la humanidad con las nuevas percepciones. Es posible que tengamos que reformular conceptos sobre la verdadera naturaleza de la creación.
 
La relación con el sí mismo cambió, influenciando todo el antiguo modo de pensar y ver, sentir y actuar. Y los lentes a través de los cuales miramos, se han vuelto cada vez más precisos, convirtiendo al pasado en un simulacro de realidad que está naturalmente siendo abandonado.
 
Seguimos en avanzado proceso de autoconocimiento y con eso nos movemos empujando y eliminando los limites que teníamos para lo que es real y más allá. Es probable que ya no seamos reconocidos solamente dentro de la cadena darwiniana, sino como ascendentes de una nueva especie que se reconectó con el origen divino, no la del primate, sino la espiritual: Homo lux. [Registro 132]

Gobiernos sin control

{16/09/2012} Ninguno de los Gobiernos de los países desarrollados quiso tomar la decisión de frenar el ritmo de producción de sus parques industriales ni disminuir las emisiones de carbono. Ni convocar reuniones mayores para discutir seriamente los rumbos que debían seguir – por el contrario - continuaron estimulando frenéticamente el consumo, produciendo más automóviles, bienes descartables y residuos tóxicos para lanzar al aire, a los océanos y sobre los territorios. Temían al desempleo en masa, las quiebras, la ruptura del sistema y no tenían un plan de emergencia.
 
Además de los refugiados políticos de viejas guerras en el continente africano, en Asia y Oriente Medio, creció el retorno forzoso de inmigrantes que planeaban vidas felices en países desarrollados. Con la recesión y escasez de trabajo en Europa y Japón los ciudadanos naturales de cada país, retomaron las vacantes que habían cedido a los extranjeros. Las guerras, pequeñas y grandes recrudecieron.
 
En Grecia, los jóvenes, sin perspectivas, en un país hundido por crisis sucesivas, re editaron experiencias de vida en sociedades alternativas, solo que basadas en principios radicales de sustentabilidad. Con el nombre de Libre y Real ellos querían huir de lo que llamaron “crisis de la civilización”. Pero volver a vivir en una tienda, negociar mediante el antiguo sistema de permutas del excedente de la plantación, cortar el consumo de superfluos y des enviciarse gradualmente de la tecnología y conforts de la modernidad, no resolvería todos los problemas del cuadro caótico en que se metió el planeta. La caída prevista sería mucho mayor de lo que imaginaban los estudiosos. {Crónica 013}