domingo, 8 de marzo de 2009

Depresión

{08/03/2009} El individualismo alcanza su auge. Cada humano que consigue ascender a un nivel económico, superior al de la mera subsistencia, recrea el mundo “a su manera”, creyendo estar manifestando autenticidad. Mientras tanto los medios de comunicación emparejan hacia abajo el nivel de discernimiento, creando un lenguaje fantasioso, las personas se revisten de más y más delirios y egocentrismos.

El intrincado de informaciones disponible acerca del cuerpo físico, emocional y mental, es desperdiciado en explicaciones para nada creativas sobre las peculiaridades de cada individuo en la búsqueda de la identidad propia. Modismos referentes a comidas, ropas, padecimientos, deportes, estética, opiniones, profesiones, usos del láser, formas de pensar y actuar, están lejos de alcanzar el punto central de la cuestión más importante del siglo: la era del espíritu que se avecina.

La atención continúa presa y magnetizada por el cuerpo físico, ya sea para admirarlo, o para rechazarlo y transformarlo en “otra cosa”. La energía es consumida por enfermedades emocionales que solo se calman con medicamentos, drogas, o placeres consumistas, y el intelecto se degrada con su uso superficial y mecánico. ¿Y el alma entonces? Debilitada, ignorada.
El cambio repentino, que evaluará a los más aptos, vendrá. ¿Y cuántos seres estaban atentos y preparados? {Crónica 105}

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