domingo, 9 de agosto de 2009

Humanos fragilizados

{09/08/2009} Es verdad que en medio de la época de transición hubo un proceso de somatización en el cuerpo físico de la humanidad como un todo, y los sistemas preventivos entraron a colapsar. No había cómo revertir la avalancha de dolencias mentales, emocionales y físicas que se presentaban a cada día, mostrando el auto-abandono en el que parte de la humanidad se encontraba. Nunca la medicina estuvo tan avanzada para el diagnóstico y cura, ni los sistemas de salud tan impotentes para atender a las demandas mundiales, ni el hombre estuvo tan distante de sí mismo como para no entender la necesidad de armonizarse y preservarse a través de la consciencia y auto-curación.

El clima y sus consecuencias, la crisis económica y el desempleo, las viejas y nuevas crisis en el Oriente mantenían a las poblaciones del mundo entero ocupadas y estresadas. Toda señal de nueva amenaza, la falta de entendimiento entre países, las dificultades diarias de sobrevivencia en el campo o en las ciudades, las tragedias aéreas, en el mar, las personalidades que morían; todo ganaba enorme
atención en los medios virtuales de transmisión de noticias, ocupando las mentes y corazones. El vacío de lo externo se ampliaba. El poder ilusorio de la materia continuaba entorpeciendo los sentidos. Y las personas que despertaban del letargo clamaban por valores como Justicia, Consideración, Orden, Verdad, Bondad, entre otros. {Crónica 94}

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