lunes, 17 de mayo de 2010

Clamor de los “castigados”

{16/05/2010} - ¿Tendrían los seres humanos dificultad en creer en la posibilidad de un mundo regido por el Amor, simplemente porque no lograban concebir un mundo de Paz dentro de si mismos?

Fueron registrados innumerables clamores entre los habitantes del planeta en esta época. Por la Paz, por el fin de la violencia, por la “justicia Divina”, pero los registros venían contaminados de fuerte descreimiento. Por percibir solamente la superficie de los hechos, los humanos sufrían en la piel los efectos de la desigualdad social, más allá de aumentar su propio sufrimiento con fórmulas espirituales que mantenían su atención en lo externo, en un simulacro de pacificación.

Los seres humanos por mucho tiempo – a causa de depositar su fe en las grandes corporaciones “religiosas”- fueron apartados de los mecanismos de búsqueda de la verdad. Aprendieron a orar, pero no a creer que el Padre estaba junto, dentro de cada uno, listo para actuar con cada uno y trabajar la violencia interna de cada uno, debilitando su repercusión en lo externo y disminuyendo los crímenes y barbaridades. El propio ser de la Paz estaba allí, esperando dentro de los corazones, mientras cada uno se volvía hacia su vecino, a las autoridades, a la policía pidiendo providencias, para imponer una “pacificación” al otro, sin saber que él mismo la abrigaba.

Gran parte de la población planetaria ansiaba cambios, pero no creía en la transformación interna del otro ni de sí mismo. Faltaba una percepción cronológica y transcendental del tiempo/espacio en que vivían. Porque ciertamente, estarían más determinados a encontrar la “luz al final del túnel”, o la verdad en sí mismos, si supiesen que encontrarían Su propia Esencia Divina, no en un futuro distante, sino en el “aquí y ahora” de sus vidas. {Crónica 074}

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