[25/10/2015] Amanece el día y las ciudades están repletas de movimiento. Las obras de reconstrucción prosperan a ojos vista, es un torrente de nuevas ideas que surge para transformar el modo de vivir humano en el más saludable y paradisíaco movimiento hasta entonces emprendido por el hombre sobre el planeta. Todas las recetas, inventos e ideas, antiguas o nuevas, aparecen oportunamente cuando se trata de edificar, producir, calcular, dimensionar, planear, ejecutar.
Las personas, de un modo general, están más motivadas a participar – ya sea en la parte física de los proyectos, ya sea en el ordenamiento y gerenciamiento de las estaciones de trabajo, estudio, vivienda, abastecimiento. Las casas y calles son rediseñadas, planos urbanísticos innovadores aprobados en el barrio, en la pequeña ciudad, en el campo. Y el multi turno de 24 horas, que acaba de ser implantado, produce un estado de saludable contentamiento, pues deja a las personas libres para escoger el horario compatible con su biorritmo, para trabajar o estudiar. No hay tiempo ocioso.
Hay también una efervescencia dinámica desde que se creó la forma de trabajo-créditos y estudios-créditos que recompensan todo esfuerzo emprendido en dirección al servicio o al auto perfeccionamiento. Trabajar y estudiar se torna obligatorio para todos los ciudadanos, y puede ser cumplido en las más diversas actividades, con flexibilidad de horarios y debidamente coordenado con los estudios. A cada actividad desempeñada/tiempo usado, es atribuido un valor que se acumula en el trueque de servicios, bienes, alimentos, ropas o lo que se necesite. [Registro 57]
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