Quiebra del separatismo

{27/12/2009} En el mismo período en que la gran nación americana comenzó a reconstruirse –se constató la quiebra de los sistemas de gobiernos radicales, tiránicos y de nacionalismo exacerbado. Quien se cerró, decretó su propia autodestrucción. Entrar a un país de esos era como hacer un viaje de vuelta en el tiempo, y enfrentarse a la barbarie, el oscurantismo, la tiranía.

No hay para un pueblo, el cómo sobrevivir aislado a lo largo de la dinámica evolutiva. Es preciso mezclarse, fusionarse y así templar cualidades. Todo aquel que se unió con propósito de hermandad, salió fortalecido. El que acogió, suavizó leyes, abrió fronteras, ayudó al otro, se volvió grande.

- ¿Y qué podría ser más fuerte que los pueblos unidos en hermandad?

América Latina enfrentó sus crisis adolescentes hasta el límite. Pero una inesperada guiñada del gobierno abrió posibilidades para restaurar la paz y fortalecer lazos entre las naciones. De ahí a una unificación latino-americana fue un paso. Cabía ahora a los sudamericanos levantar la antorcha de la libertad. No la libertad necesaria para la evolución de los pueblos como hizo América del Norte, sino la liberación del Ser Planetario. El fortalecimiento del Espíritu. El crecimiento del Alma en pro de la ascensión de la raza humana. {Crónica 84}