{21/02/2010} El sexo continuaba siendo el tema más buscado en la gran red mundial, en vez de la búsqueda de una nueva filosofía de vida. Con una red disponible de informaciones preciosas sobre la vida, nunca vista antes en el planeta, ¿por qué los humanos continuaban infantilmente dependientes de esa materia? Porque el sexo continuaba como un tabú y poca cosa cambiaría hasta entonces.
El advenimiento de la familia monogámica continuaba siendo el mayor avance conquistado por las sociedades en el planeta, pero el don de la vida, el privilegio de la procreación ordenada e iluminada, no formaba parte de ese avance. El hombre todavía no se concientizaría de su misión de planear su descendencia de forma tal de crear un camino de ascendencia para las almas evolutivas que aquí encarnaban. Perduraba un verdadero olvido sobre los porqués de la existencia y para qué cada individuo nacía.
Pocos percibían que la perpetuación de la especie no era tan solo un componente biológico. Solo se veía el aspecto de manipulación genética y dominio sobre los procesos de fertilización y clonación. Faltó responsabilidad y millones de seres deformados en su esencia, fueron procreados. Enfermedades físicas, emocionales y mentales, que podrían ser evitadas. Un mundo amenazado por psicopatías. {Crónica 080}
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