Generación dorada

{19/09/2010} Muchos de los espíritus voluntarios encarnados ya estaban alcanzando el séptimo año de vida, y los niños comenzaron a expresar consciencia precozmente, manifestando una comprensión inusitada. Llegaron inmunizados contra el olvido. Cuando se les decía una pequeña palabra iluminada esta reverberaba internamente y de pronto despertaban. Comprendían más que sus padres, absorbían el conocimiento como si fuese alimento y abundaban la determinación y la sensibilidad.

Fueron capaces de procesar las informaciones recibidas del mundo y comprendieron el dolor y el sufrimiento de la humanidad - tanto dolor, tantas almas lastimadas por la ignorancia – y no se dejaron abatir. Comenzaron, rápidamente, a transformar la negatividad en buenas posibilidades de futuro.

Las ideas brotaban en las escuelas, en el seno de las familias, en las comunidades y eran apoyadas ciegamente por los padres, gobernantes, entidades sociales, pues desde hacía mucho se clamaba por un soplo de vida para el alma planetaria. El lenguaje del amor cada vez se hacía más presente. {Crónica 065}