domingo, 28 de noviembre de 2010

Los malos hechos humanos

{28/11/2010} La justificación pasó a ser lo habitual en las personas, más que nunca, en toda la historia de la humanidad. Si en la antigüedad las condiciones de vida eran precarias y el saber distante, en 2010, en una época de tecnología de información en red mundial, el saber estaba más accesible para el buscador, pero el poder de decisión parecía debilitado. Para cada mal que surgía, había una disculpa. Para cada incongruencia del sistema social, una justificación. Para cada error, una falta de compromiso y de decisión de enmendarlo.

El descreimiento en el sistema político y económico tocó fondo en las poblaciones, que no percibían su responsabilidad en la degeneración del orden social. Aislados en sus especializaciones, los hombres delegaban en los sindicatos y categorías la lucha por sus derechos, al “gobierno” la resolución de las disparidades económicas, a los agentes sociales la solución de los problemas de salud, educación, desgastes del sistema, castigo y encarcelamiento de los criminales.

Por todos lados la verdad de lo mal hecho se trasluce: en las ciudades mal planificadas, en las calles mal asfaltadas y mal conservadas, en la falta de cuidados a los bienes comunes, en todo lo que se construía, se fabricaba, vendía, en las prestaciones de servicios. En todo se veía la marca de la displicencia y desinterés por el prójimo o por la naturaleza. O bien eran demasiados agro tóxicos, o alimentos demasiado caros; o bien, edificios que se desmoronaban; personas que se enfermaban o morían por falta de asistencia, de vacunas, de ambulancia, de medicamentos. Gente que se vestía mal, calzaba mal, se alimentaba mal, dormía mal, y vivía en la ilusión de haber encontrado la fórmula de la felicidad en el consumo que no saciaba.

El repertorio de acciones maravillosas del ser humano también crecía, silenciosamente. ¿Quién podría enumerarlos aquí? ¿Cuáles de las acciones unitivas practicadas por la sociedad de entonces eran las que servían para impulsar la transformación? {Crónica 060}

No hay comentarios.: