domingo, 12 de diciembre de 2010

Gobiernos desgobernados

{12/12/2010} ¿Gobiernos, para qué los quieren? Para satisfacer las necesidades del pueblo, para servirlo. ¿Por qué fue tan difícil entender esa lógica, en los tiempos pasados? ¿Porque la máquina administrativa -que debería ser un mecanismo de desarrollo, progreso y bien estar para las poblaciones mundiales- cayó en manos de personas ambiciosas, ineptas o egoístas? Los historiadores darían explicaciones, pero la comprensión interna más profunda, que muestra la responsabilidad de cada uno en la construcción de una sociedad, aún estaba por ponerse a tono.

- ¿En qué soy responsable cuando el gobierno que elijo no corresponde a mis anhelos? ¿En qué me equivoqué?

- ¿De qué modo los seres humanos dejaron subir a los puestos públicos a individuos precariamente entrenados, sin preparación y sin moral?

Es debido a su lentitud en cambiar. El ser humano rechaza lo nuevo por miedo, y muchos persistieron en el error, eligiendo lo “conocido”, olvidando el alcance del perjuicio causado por un mal gobierno. Y la sociedad pagó muchos desmanes. Polarizados por partidos, motivados por promesas de una felicidad sin esfuerzo, ilusionados por pensamientos mágicos de que “todo va a salir bien” - poblaciones enteras en el mundo eligieron malos representantes, una y otra vez, poniendo en riesgo la precaria democracia construida a lo largo de las eras.

Los intereses inmediatos por casa, pan o mayor poder adquisitivo, influenciaron a las grandes masas en la elección de representantes paternalistas que prometían milagros. En otros países el miedo de la clase media de perder su pequeño status, mantuvo el ascenso de gobernantes mediocres, y en otros países -llamados desarrollados- el poder de las clases más pudientes mantuvo en el poder a representantes cabezas-de-hierro, que garantizaron el estancamiento, sofocando la armonía social. En algunos países la gran masa ignorante “empujaba hacia abajo” el nivel de los electos, en otros países, el interés de pocos mantenía en el gobierno a los belicosos, retrógrados conservadores, imperialistas desnaturalizados y nacionalistas exacerbados.

El gobierno representativo presupone un inteligente, eficiente y universal electorado” y luego la humanidad ascendería a este nivel. Con voluntad, fe, acción se construiría este nuevo mundo. {Crónica 059}

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