domingo, 23 de enero de 2011

Futuro despedazado

{23/01/2011} Surgieron rumores de que pensar en un futuro de paz para la humanidad se había convertido en una idea ya pasada. Parece que, ya en 2011, todos “sabían” que no habría esa era dorada, idealizada por los hombres de otrora, antes del avance descomunal de la tecnología y el agotamiento de los recursos naturales por los habitantes del planeta.

Gran parte de la humanidad, a pesar de estar conforme con el nivel de vida conquistado en sus trayectorias personales, no vislumbraba un amanecer paradisíaco para la tierra, de bonanza y armonía. Incentivados por la fuerza nada oculta que comandaba los sistemas económicos y de comunicaciones, la gran masa era incentivada a consumir y buscar una felicidad inmediata, embalada por slogans que enredaba a los incautos.

Aun conscientes de que la percepción del mundo estaba siendo distorsionada desde hacía siglos por los detentadores del poder, los liderazgos sociales; pensadores y formadores de opinión parecían titubeantes y sin esperanza cuando sugerían a los gobiernos igualación en las cuestiones básicas de sobrevivencia de la humanidad, para educar al pueblo, incentivar el trabajo, valorizar la cultura y las artes. Todos los días se anunciaban pérdidas evolutivas gigantescas: de la memoria histórica, de lecciones del pasado, de modelos de vida, de especímenes vivos, de conceptos y valores, de sueños, como aquellos que podrían apuntar a un futuro mejor. Se sentía en el aire un pesado olor a amnesia y terquedad. {Crónica 056}

No hay comentarios.: