[09/04/2017] Las raras especies animales que corrían riesgo de extinción, encontraron la comprensión de los humanos y espacio libre para vivir y procrear con la implantación de gigantes áreas de preservación de la vida natural. Los antiguos zoológicos fueron abolidos y ahora solo es permitido, a cada continente, la cría de cada especie en su hábitat natural, y deben ser mantenidos y preservados de la forma más armónica posible.
Las poblaciones animales son monitoreadas para que no haya superpoblación ni extinción y preservadas de la escasez de medios de subsistencia. Así los preservadores, estimulan que retornen al África los animales de gran porte, al hielo los osos, focas y leones marinos y cada especie reencuentre su hogar, sin sufrimientos o crueldad, en tanto eso sea posible.
Programas estimulantes de Turismo llevan pasajeros de aquí para allá, entre los continentes, para maravillosas excursiones por las reservas, enriqueciéndose cada uno con la experiencia de contacto, no con el animal enjaulado, sino en su forma primitiva de existencia.
El nivel vibracional de las áreas circundantes a los parques – generalmente ocupadas por gente que gusta de los animales, está siendo una invitación a la huida de pájaros raros, que no encuentran barreras que les impida visitar a los humanos. Hasta la rara ave-del-paraíso, originaria de las florestas tropicales de la antigua Nueva Guinea, halló el medio de reproducirse y aproximarse a los humanos. Está en vías de ser considerado un animal doméstico más, a ejemplo de otros animales. Los legendarios quetzales de las florestas tropicales americanas, sus casi parientes, también perdieron el miedo al hombre y cada vez se reproducen más cerca de las personas. [Registro 095]
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