{29/05/2011} La posibilidad de superpoblación de la tierra volvió a ser blanco de discusiones mundiales, cuando los números comenzaron a elevarse sorprendentemente. Los dignitarios de las naciones más desarrolladas deberían concentrarse en la prevención relativa a los cambios climáticos y desarrollo global, pero querían saber si la producción de alimentos era o no suficiente para alimentar a la población mundial. La sospecha de que los hombres continuarían procreando sin moderación ni sentido, dejaba de ser una mera suposición catastrofista para asombrar a economistas y científicos sociales.
La China, después de años de control poblacional, vio inflarse sus estadísticas cada año, con el advenimiento de la creciente mejora económica del país. El resultado de ello fue la tentativa de expansión camuflada de la China, en territorios extranjeros, para producir alimentos, y la consecuente reacción de los países implicados. Mientras tanto Europa continuaba inyectando recursos en los programas de incentivo para elevar las tasas de nacimiento de sus ciudadanos, sin éxito.
A mediados de 2011 un nuevo genio musical sorprendió a la humanidad, y quedó constatado que la llegada de la genialidad creció y se distribuía en varias áreas del conocimiento humano. También un conocido grupo de comunicación mundial entró en colapso cuando una pequeña agencia periodística denunció la participación del conglomerado en el fomento de guerras, y la manipulación contenida en sus noticiarios televisivos. La industria cinematográfica continuó prosperando, así como los deportes, que trajeron nuevos y sorprendentes talentos al mundo. {Crónica 47}
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