CRISIS AMPLIADA

{16/10/2011} Las tensiones aumentaron nuevamente cuando la crisis empujó a los ciudadanos comunes a las calles, a vivir debajo de escombros y lonas. No hubiera sido así si los mandatarios de las grandes naciones hubiesen buscado realmente una solución para la economía mundial. Si acaso hubieren querido encontrar un camino nuevo para la humanidad la solución estaba a su alcance. Decretar una economía de paz; el fin de las guerras y aceleración del regreso de los soldados a casa, para componer las filas de renovación del país.

Pero la terquedad en mantener un sistema que, desde hacía mucho, venía dando muestras de desequilibrio provocó las catástrofes que vendrían. No fue solo la casi quiebra de la Bolsa, llamada de valores; el perjuicio mayor vino del descrédito. Países fueron desacreditados. Naciones que antes eran el orgullo de sus ciudadanos perdieron la credibilidad económica, gerencial.

La Nación del Águila estaba siendo dividida con el pretexto de ‘expansión comercial’, pero en verdad perdía su potencia para otros países, y no se podía prever cuanto tiempo continuaría manteniendo inmaculada la llama de la Libertad, duramente conquistada. Todo el peso de la vieja Europa comenzó a comprimir los ‘hombros’ más débiles, también. {Crónica 037}