domingo, 13 de noviembre de 2011

La naturaleza ruge y el hombre reacciona

{13/11/2011} Una tragedia más se anunció con un aumento rápido en el deshielo de la capa polar. Otro maremoto en Asia no devoró solamente vidas, sino esperanzas y creencias. Viejas tensiones emergieron y hasta la solidaridad abundante fue incapaz de recuperar la serenidad en el corazón de los hombres y ellos comenzaron a luchar entre sí. Una grieta, en el fondo del océano, probó su capacidad de destrucción del otro lado del planeta. Un Moai cayó, y con su rostro volcado hacia el horizonte, se quedó a llorar por los seres humanos.

Corrientes migratorias de pájaros fueron interrumpidas, así como la reproducción de ballenas, mamíferos marinos, y grandes animales. Recrudeció la falta de agua, afectando a Europa, y una gripe estacional mostró su poder destructivo - porque las vacunas no fueron suficientes para todos. El ánimo se abatió. Las protestas contra la incompetencia de los gobernantes aumentaran a un nivel peligroso.

Los pequeños países se esforzaron para salir de la crisis económica y movilizaciones populares volcaron todo el furor contenido contra “el sistema”, derrumbando los “ajustes” que los gobernantes intentaron hacer, sin que nadie presentase una propuesta de conciliación. La solución siempre estuvo en el corazón del hombre: buscar la humildad en su interior, servir mucho y trabajar en pro de buenas causas. Muchos se esforzaron y sostuvieron el equilibrio. {Crónica 035}

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