domingo, 13 de noviembre de 2011

Viviendo en las alturas

[05/11/2017] Investigaciones recientes señalan que el índice de muertes causado por accidentes ha disminuido a casi cero en los últimos años. El famoso precepto “accidentes suceden” ahora está siendo substituido por aquella frase de la propaganda transmitida por los Centros de Prevención del Planeta: “accidentes se previenen”. De tal manera que ya sea en contacto del ser humano con las máquinas, en el trabajo o en casa, o en acción junto a la naturaleza hay mucho más cuidado y seguridad en relación a la vida de lo que había antes en el mundo.

Con la racionalización de la ocupación humana de los territorios, ningún asentamiento o urbanización humana es construida en áreas de riesgo, próximos a ríos de flujo variable, costas marítimas sujetas a grandes turbulencias, y muchos otros sectores geográficos que podrían traer peligro a la vida.

Todo eso no evita, sin embargo, que algunos se accidenten en el ansia por emprender nuevas aventuras, como la reciente experiencia de dos familias en Australia que insisten en vivir en el aire – en globos – o un intrépido grupo de alpinistas que montó una ciudad en las laderas de una montaña en la India: viven literalmente colgados. Mientras tanto las casas de hielo proliferan en el continente Asiático, siguiendo un modismo antiguo, y hasta una casa cercada de fuego ya fue “construida” en una reserva en el desierto para dar al morador la sensación de protección total contra fieras y virus. El dueño relata que ya se accidentó levemente, cuando el mecanismo de “abrir la puerta”, cesando la cortina de fuego, no funcionó. [Registro 110]

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