domingo, 5 de febrero de 2012

Interminables eventos

{05/02/2012} ¿A quién le interesaba hablar de vida simple, prudencia, cortesía, amor al prójimo si eso no vendía heladeras, automóviles y TVs? El desmoronamiento del mundo contemporáneo tendría que suceder un día, al final el sistema, ultrapasado, fue creado sobre bases de separatividad, ley del más fuerte, depredación y consumismo. Tal destrucción no tenía y no tiene respaldo cósmico.

Dentro de los parámetros evolutivos del universo ningún sistema que explote al medio ambiente, más allá de sus límites, puede subsistir. El planeta se seca, se agota, se contrae y ‘expulsa a los habitantes indeseados’ con la propia escasez, rigores climáticos, plagas, virus y muerte.

Millares de vidas inocentes son cercenadas por el desorden generado por el hombre y reflejada por la naturaleza. Y los principales responsables de la destrucción aún exasperan los ánimos, buscando eximirse de culpa y protegerse egoístamente, generando furia y más devastación. Resurgen los instintos primitivos depredadores, de sobrevivencia animal en las masas, y al fin todos pierden.

Eso que pasó al comienzo del año 2012 – fue una etapa de la ocupación humana que hace mucho ya debía haber terminado para dar lugar a un sistema más avanzado de vida. El mundo real, UNO, interconectado, se imponía cada vez más y el proceso llegaba a su etapa irreversible. Muchas almas decidieron partir. Muchas decidieron quedarse para cumplir sus misiones. La gran mayoría dormía en la inconsciencia. Unos serían llevados en bandos, aún adormecidos. {Crónica 029}

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