Lucha sin fin

{01/04/2012} La investigación de las grandes potencias sobre armas con poder atómico en los países de Oriente resultaron en nada, pero aun así las naciones encontraron medidas de represalias entre ellas. Y continuaron refunfuñando las unas contra las otras. La peor arma no es la que se puede encontrar bajo capas de cemento bien armado y sí el odio que se alberga dentro del hombre.

Una vez más el ser humano era llamado a abandonar “las armas”, no los puñales y lanzas, y si el separatismo que se anida en la mente y en el corazón y destruye la posibilidad de que la luz pueda entrar. Era una lucha vieja, con guerreros decrépitos que confrontaban sistemas de creencias, enarbolándose como dueños de la verdad. Ojalá el movimiento de los inconsecuentes no causara mayores sufrimientos a los humildes. Ellos, ya pagaban un alto precio por las ganancias del sistema global económico.

Pero las noticias de Oriente no parecían promisorias – un tratado definitivo de Paz no se concretaba entre judíos y árabes – una lucha sin fin de almas afines. ¿Serían estas almas las que encenderían la mecha para una revolución planetaria? ¿El destino de todos nosotros en manos de hermanos rencorosos? {Crónica 025}