[29/07/2018] Acontecimientos prodigiosos han iluminado las perspectivas de las nuevas generaciones en esta nueva era que se inicia. Un caso registrado en Basilea llamó la atención de los científicos y luego otros casos comenzaron a aparecer. El gobierno decidió crear un banco de datos de las manifestaciones para acompañar la evolución de los casos.
El primer caso registrado ocurrió en un aula de ciencias exactas, de una de las universidades locales: un alumno creativo decidió dar alas a la imaginación y pidió la ayuda de los colegas para transformar la materia a partir de pensamientos. Él se dispuso a encabezar la experiencia y convenció a los demás de que solo lo apoyasen incondicionalmente durante su concentración.
Con una pequeña bola de barro en manos, proyectó mentalmente una miniatura de mundo y en pocos minutos el pedazo de barro comenzó a transformarse en un mini planeta y a gravitar por la sala como si tuviese vida propia. Hasta un micro clima puede ser observado alrededor del globo, que absorbió agua de la ‘atmósfera’ de la sala y creó su propio sistema climático. El mundo en miniatura fue llevado a la sala de ciencias y está siendo estudiado y visitado por toda la escuela.
Otro prodigio está siendo la relación inusitada de una jovencita con las plantas de su casa. Ella no solo conversa con ellas, sino que entiende sus ‘respuestas’ y recibe ‘abrazos' de ellas, cuando lo pide. La jovencita creó esos lazos espontáneamente cuando comenzó a salir para la escuela sola, se despidió de su cachorrito y saludó a sus rosales del jardín, que retribuían. [Registro 129]
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