domingo, 5 de agosto de 2012

Retoma del comando

{05/08/2012} La crónica externa de la humanidad podrá, durante muchos años, parecer cruel y sin sentido: tanta destrucción, guerras interminables, atrocidades sin límites, desastres y furia natural o creada artificialmente. El hombre precisó muchos años para controlar su sede primitiva, elemental, de donde deriva su cuerpo físico. Tomar las riendas de un animal comandado por instintos primarios de sobrevivencia no fue muy fácil para la gran mayoría.

La búsqueda del poder, el placer, casi cercenó a 1/3 de las criaturas de la faz de la tierra. Fue difícil reconocer a la humanidad, cuando enloquecida por los requerimientos de sobrevivir en una sociedad desordenada, del tener a cualquier costo, practicaba sus rituales macabros de violencia contra niños, contra el prójimo, entre padres, hijos y hermanos.

Millones de muertes fueron practicadas por motivos banales. Desde el menor grado de egoísmo hasta el mayor triunfo de la maldad, todos se involucraron en el desastre que fue el adormecimiento de las consciencias, hasta que finalmente algunos comenzaron a despertar. La humanidad está siendo amparada hace milenios por seres despiertos que, en uno u otro momento, procuran señalizar el camino. Las pérdidas fueron inconmensurables, pero ahora son muchos los que se iluminaron. No pudieron volver a dormir. {Crónica 016}

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