domingo, 16 de diciembre de 2012

La humanidad a prueba

{11/11/2012} Los gobiernos no acataron la orden divina de reconocer y subordinarse al orden cósmico existente en el universo, previniendo el caos que seguiría. Los gobernantes nunca revelaron sus secretos sobre los desmanes del poder económico y las órdenes negras ocultas que manejaban la política. La relación social humana estaba comprometida por el ocultismo, por las sombras. Era preciso mucho esfuerzo para mantenerse despierto y consciente. 

Muchos grupos y organizaciones surgieron para protestar contra la usura y la corrupción. Ondas de desempleo se sucedían y los países hacían mucho esfuerzo para no naufragar. Había un peligro constante de rebelión en Oriente. Muchas previsiones decían que una gran guerra podría comenzar en aquella región. Sectarismos místicos eran como pólvora: explosiones en cada esquina. 

¿Por qué no se detenían? ¿Qué cuentas tenían para ajustar aún entre hermanos? El desequilibrio económico mundial afectaba una y otra nación, sin alcanzar una solución. Los países emergentes, mientras tanto, hacían de todo para conquistar nuevas posiciones en el escenario mundial. Había una necesidad de crecer, la urgencia de perfeccionamiento, un gran desafío de acompañar una tecnología que se convertía en el único recurso para aquel que aspiraba competir y vencer a los demás. El ser humano fue degradado al extremo. Pero cuestionaba esos valores o la falta de ellos, como nunca. La palabra delirio pasó a ser común en el pensamiento del hombre contemporáneo. Él sabía que su humanidad estaba siendo probada y al borde del abismo. {Crónica 009}

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